Capítulo
Primero
Que trata de la condición y
ejercicio del famoso hidalgo D. Quijote de la Mancha
En un lugar
de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía
un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo
corredor. Una olla de algo más vaca que carnero, salpicón las más noches,
duelos y quebrantos los sábados, lentejas los viernes, algún
palomino de añadidura los domingos, consumían las tres partes de su hacienda.
El resto della concluían sayo de velarte, calzas de velludo para las fiestas
con sus pantuflos de lo mismo, los días de entre semana se honraba con su
vellori de lo más fino. Tenía en su casa una ama que pasaba de los cuarenta, y
una sobrina que no llegaba a los veinte, y un mozo de campo y plaza, que así
ensillaba el rocín como tomaba la podadera. Frisaba la edad de nuestro hidalgo
con los cincuenta años, era de complexión recia, seco de carnes, enjuto de
rostro; gran madrugador y amigo de la caza. Quieren decir que tenía el sobrenombre
de Quijada o Quesada (que en esto hay alguna diferencia en los autores que
deste caso escriben), aunque por conjeturas verosímiles se deja entender que se
llama Quijana; pero esto importa poco a nuestro cuento; basta que en la
narración dél no se salga un punto de la verdad
Profesor. Jose Luis Garrido Lara
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